Me gustaría
en esta entrada acercar a todos/as en un artículo que me ha parecido muy
interesante titulado: “leer sin saber
leer”, de la escritora y formadora de lectores y escritores, Irene Vasco. Ella
se define de la siguiente manera:
"Hola, soy Irene Vasco, colombiana, escritora y formadora de lectores y escritores. Los libros son mi pasión. Los leo, los escribo, los animo en las bibliotecas, las escuelas y las comunidades, los compro, los presto, los regalo... Paso años viajando y realizando talleres sobre literatura para niños y jóvenes, despertando el deseo de leer e invitando a que todos escriban sus propios textos"
Opinión sobre el artículo:
En mi
opinión sobre este artículo, de la misma manera que los maestros/as fomentan a
los niños/as hábitos saludables, como es el cepillarse los dientes después de
comer o el de acostumbrarles a hacer deporte para mantenerse vitales, es
imprescindible que los docentes promuevan el amor por los textos tanto orales
como escritos, para que este arte no se pierda y pueda seguir transmitiéndose
de generación en generación.
En
ocasiones –en la mayoría- los profesores no aprecian que si a los niños/as se
les motiva a leer y a saber escuchar, desde la tierna infancia, esto propiciará
que sepan desenvolverse oportunamente- -o sino, sin duda, mucho mejor- en los
diversos conflictos que se les van
presentando a lo largo de la vida. Además, desplegarán su creatividad innata y
su imaginación, ampliarán su vocabulario
y podrán expresarse apropiadamente, estableciendo así conexiones entre diversos
conceptos de una manera lúdica.
Los
maestros/as han de conocer que muchos cuentos ayudan a enseñar valores
universales, como son la solidaridad, la cooperación, la solidaridad, haciendo que
los niños crezcan con referentes apropiados y favorables para crecer sanos mentalmente.
Para ello se ha de volver a cantar nanas, a jugar a las adivinanzas y enseñarles
que también se puede corretear con las
palabras a través tanto del verso como de la rima. En este contexto todos/as hemos
de contribuir a hacer que la lectura y el momento de escucha sea un momento entretenido,
ameno, divertido y placentero para todos/as
los participantes, no soporífero y rutinario.
Por todo
lo anterior expuesto, los educadores/as han de saber adecuar correctamente los
textos según sus receptores y al mismo tiempo han de favorecer las situaciones
más adecuadas para el momento en el que se narra o se lee, así como el de
realizar títeres o un teatro con sus pupilos. En el teatro, por ejemplo, se ha
de conocer que intervienen muchos
aspectos, como la mímica, la expresividad, la ayuda a hablar en público, la
organización… y con todo, los niños aprenderán y a la vez disfrutarán con lo
que hacen y en un futuro ellos inevitablemente, posiblemente hasta a sus hijos,
podrán inculcarles este valor, haciendo posible que no se pierda a lo largo del
tiempo.
Hay que
borrar la vinculación que se sostiene y se guarda en la actualidad de que la
lectura es sinónimo de aburrimiento, y por lo tanto, educadores/as, familias y
el conjunto de personas en el que estén inmerso los niños/as han de inculcar
provechosos hábitos de lectura a los más pequeños, porque como dice el escritor
brasileño Paulo Coelho, leer es soñar, y a todos nos gusta soñar.
¡Nosotros
podemos hacer posible que la educación y la lectura vayan de la mano, junto con
la imaginación! La palabra es el mayor poder que poseemos, disfrutémoslo.
Natalia.
Webgrafía:
Vasco. I. (2009). Presentación del sitio. Recuperado el 11 de abril de 2014 de http://www.irenevasco.com/
Estupendo. Un gran trabajo. Te lo anoto.
ResponderEliminarMuchas gracias Irune :)
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